Jesús muchas vece habló de lo que significaba para él, el tiempo. En una ocasión dijo: Mi tiempo aún, no ha llegado, y en otra dijo: Mi tiempo es ya cumplido y el tiempo de mi partida está cercano. Con respecto a su venida, fue muy cauto, nunca adelantó nada que no estuviera dentro de los tiempos señalados por el Padre. Cuando los discípulos le preguntaron ¿cuando serán estas cosas? y ¿Que señal habrá de tu venida? Dijo: Mirad que nadie los engañe...y dijo algo más Lucas 21:7-11, y luego dijo: Pero antes de todas todas estas cosas os echarán mano os perseguirán, los echarán, en las sinagogas y en las cárceles y seréis llevados ante reyes y gobernados por causa de mi nombre. Esto será ocasión para dar testimonio. Esto sucedió con San Pablo cuando el arrastraba a las sinagogas a los cristianos y luego ya convertido, era perseguido, y llevado ante los gobernadores, Festo y Félix, Rey Agripa y finalmente ante el César a quienes él les dio testimonio.
Luego respondiendo a la primera pregunta versos 6 yh 7a dijo: Cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejército, sabed entonce que su destrucción ha llegado. Entonces los que están en Judea huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse, y los que estén en los montes, no entren en ella. Porque estos son días de retribución para que se cumplan todas las cosas que están escritas. El año 70 de nuestra era se cumplió esta profecía, la ciudad fue sitiada por los romanos, el ejército al mando de Tito hijo del emperador Vespaciano, la destruyó y los judíos se dispersaron por todas las naciones, y Jerusalén sería hollada por todas las naciones, hasta que el tiempo de los gentiles se cumpla, lo cual ocurrió en 1948, cuando fue declarado el estado de Israel. Con estas consideraciones nos quedamos cortos, hay mucho más para decir sobre el cumplimiento de estas profecías.
Después de esto que hemos comentado de los versos del 20 al 24, vienen las señales que ya estamos viendo: En el sol, en la luna, en las estrellas, la angustia de la gentes, confundidas por los bramidos del mar y de las olas, que se van a acrecentar, cuando vengan más seguido los maremotos, los sunami. Dsfelleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que vendrán sobre la tierra. Porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Los terremotos, el hambre, las persecuciones, las pestes, y todo lo demás que vemos todos los días. Este será el momento y cuando menos le esperen, verán al Hijo del Hombre, viniendo en las nubes del cielo, con todo poder y gloria. Leer por favor los versos 28 al 36 y 17: 26-36. Para algunos será de noche y estarán durmiendo, para otros será de día y estarán trabajando, o ocupados en otras cosas. Debemos velar, porque ese día está por ocurrir, ¡ cuidado con la glotonería, se sobrios y velad!
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ResponderBorrarUsted es todo un experto en profecías, mi pregunta es ¿pasará la iglesia por la gran tribulación o será arrebatada antes? Un abrazo, le dejo el link de una de mis páginas. Dios le bendiga
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