Lucas 17: 20-37 A la pregunta de los fariseos, cuando había de venir el reino de Dios, les respondió, que el reino de Dios estaba presente siempre, porque el reino de Dios, no es lo mismo que el reino de los cielos, del cual se ocupa extensamente Mateo, es un reino temporal y que solo durará mil años, este es el reino prometido a David, cuando Cristo un lejano descendiente de él, ocuparía el trono para reinar con su pueblo Israel recuperado. En cambio el reino de Dios existe y ha existido siempre presente, es a este reino donde entramos por el nuevo nacimiento Juan 3:3-5, que siempre está donde los seres creados por Él, están en obediencia, sean ángeles o seres humanos. Aclarado esto diré que que el regreso de Jesucristo es el acontecimiento que debemos esperar que suceda y el que nos debe interesar: el cual tomará a la Iglesia al cielo y en la tierra, después de los juicios de Dios, se establecerá recién el reino de los cielos. Este reino ha sido prometido durante siglos como promesa a los hijos de Israel, mencionado varias veces en el N.T. Hechos 2:30,31; Salmo 89:3,4 y 132:11.
Nos advierte por los falsos profetas y falsos cristos, que se harán pasar por el Cristo verdadero, para engañar a muchos, de los que no están advertidos, es decir los que no han nacido de nuevo. La venida de cristo será como el relámpago que alumbra los cielos de una parte a otro y viene repentinamente, cuando menos se le espera, así será la venida del Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que que padezca mucho y sea desechado por por esta generación. Y como fue en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban, se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca y vino el diluvio y los destruyó a todos. Así también sucedió en los días de Lot; comían bebían, compraban, vendían, plantaban edificaban; mas el día que Lot salió de Sodoma, y llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Esto que está diciendo Jesús, sobre el diluvio y la destrucción de Sodoma y Gomorra, nos muestra la autenticidad de estos hechos, que han sido muy cuestionados por los incrédulos, como que nunca ocurrieron, pero si El lo dice, es porque es verdad.
Hoy día podemos decir que estamos viendo eso en la tierra e inclusive muchos cristianos están contagiados de es espíritu consumista. Comen beben como nuca entes, se ha hecho de los alimentos y la bebida una especie de placer como en el tiempo de los romanos; para ellos la comida, la bebida y el sexo, eran las cosas que únicamente eran importantes. Pero cuando este espíritu, entra en el cuerpo de Cristo, no solo es una profanación, sino también una indiferencia con respecto a las advertencias que Jesús nos ha hecho sobre su venida por la Iglesia. Por eso él también dijo: Pero cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra? En aquel día el que está en la azotea, no descienda a tomar sus cosas, y el que en el campo no entre en la ciudad. Porque todo el que quiera salvar su vida la perderá y todo aquel que la pierda, la salvará. Les digo que aquella noche, dos estarán durmiendo juntos y uno será tomado y el otro será dejado. Esa noche es porque para unos será de noche. Dos estarán trabajando juntos y uno será tomado y el otro será dejado. Donde esté el Señor, allí estarán todos.
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