Lucas 19:28-44, no usaré todo este pasaje, pero quiero destacar, el peligro de pasar por lo alto, cuando es el momento de Dios para nuestras vidas V. 44. Esta es la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, la forma en que entró, montado en un pollino, hijo de asna. es para que se cumplan las Escritura, que vendría montado en un pollino, como el rey justo Zacarías 9:9 Vendría justo y Salvador, humilde. El pueblo tendía sus mantos alfombrando esa entrada para el Rey, y daban grandes voces, alabándole, por todas las maravillas que habían habían visto. Los fariseos como siempre, no les gustó que alaben al Señor, pero él les dio una respuesta que los dejó callados: Les digo que si estos callaren, las piedras clamarán. Esto nos muestra cuan importante era aquel momento, la última visita que haría a la ciudad, como la última oportunidad para le reconocieran en ese momento final. Porque luego vendría ya para sufrir y morir por ellos y toda la humanidad.
Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella y dijo aquellas memorables palabras que conmueven nuestros corazones: ¡Oh, si también tú conocieses a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán y cercarán por todas partes y te estrecharán, y te derribarán por tierra y a tus hijos dentro de tí, y no dejarán en ti píedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación. No leyeron o no entendieron, lo que decía el pasaje de Zacarías que hemos citado anteriormente, como entraría Jesús en su visitación a la ciudad, como dándole la última oportunidad, pero ellos estaban ciegos y no lo reconocieron, ni se arrepintieron (13:3-5)
Todo el Antiguo Testamento está lleno de información hasta en los más mínimos detalles, acerca de su venida en forma humilde y como Salvador. Zacarías en 1:67-75 y luego cuando se refiere a Juan su hijo, dijo: Y tu niño, profeta del Altísimo serás llamado.......1:76-80. leer todo este pasaje. Lo cierto es que en el año 70 de nuestra era cristiana, los soldados romanos al mando Tito hijo de Vespasiano el emperador, destruyeron la ciudad y miles de judíos fueron muerto en esa oportunidad. Esta profecía de la destrucción de la ciudad posterior a la muerte del Mesías, está en Daniel capitulo 9: 25,26 cuando habla de las setentas semanas, tema que en algún momento lo vamos a estudiar más a fondo, por el significación que tiene. La setentas semanas, es un tema tan amplio que se podría escribir un libro. Porque abarca todos los tiempos, desde la restauración de Jerusalén por Nehemías, hasta la segunda venida de Cristo y el establecimiento de su reino en la tierra
No hay comentarios.:
Publicar un comentario