Lucas 18: 35-43 Un hombre junto al camino, después que pudo ver, siguió en el Camino. No ver debe ser algo muy triste, pero no ver la verdad revelada por Dios es algo mucho más triste y desgraciado. Porque eso nos priva de ver el reino de Dios y nos perdemos por toda la eternidad. En otro momento cuando Jesús sanó a otro ciego, en Juan 9: 39-45 dijo: "Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven vean, y los que ven sean cegados. Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto dijeron: ¿somos nosotros también ciegos? Jesús les respondió: Si fuerais ciego no tendríais pecado, porque decís: vemos vuestro pecado permanece" Esto Jesús lo dijo refiriéndose a la ceguera espiritual, que como dice San Pablo: "Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto en los cuales el dios de este siglo, ha cegado el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios."2 Corintios 4: 3,4
Este era el último viaje de Jesús a Jrusalen donde sería crucificado y Bartimeo no quiso perder esta oportunidad, con el único que podía salvarle, o fue la providencia de Dios que permitió que él se hallara en ese lugar cuando Jesús pasaba. Esto es muy importante porque todos los que hemos venido al conocimiento de la verdad y nos hemos salvado, fue porque Dios hizo que eso se diera. Es muy notable también observar que Jesús le pregunta: ¿ que quieres que te haga? porque es necesario que cuando vamos a Jesús, seamos claros en lo que pedimos, no andar con muchos rodeos, antes de decirle cual es nuestra necesidad. Le dijeron que pasaba Jesús y él comenzó a dar voces diciendo Jesús, hijo de David, ten misericordia de mi! otros lo quisieron hacer callar, siempre habrá gente que por incredulidad o por temor de identificarse como seguidores de Cristo, tratarán de hacernos callar, pero como Bartimeo seguiremos clamando hasta alcanzar nuestro objetivo.
Entonces Jesús mandó traerle delante de él,¡que gran bendición cuando Jesús nos llama para estar delante de él! ¿habrá algo más importante y placentero que hallarnos en su presencia? Ese es el lugar que debemos estar siempre, Ese es lugar del altar de la gracia, donde hemos entrado, gracias a la salvación recibida, allí debemos entrar para hallar misericordia para el momento oportuno. "Así que hermanos teniendo libertad para entrar al lugar santísimos, por la sangra de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia y lavados los cuerpos con agua pura. Mantegamos firme, y sin flutuar la profesión de nuestra esperanza, porque es fiel el que lo prometió.
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