viernes, 22 de mayo de 2015

LAS PARÁBOLAS EN EL LIBRO DE LUCAS

En este libro hay más de diez parábolas y ya hemos hablado de dos de ellas. Hoy nos vamos a detener sobre la parábola del "Rico insensato" Lucas 12:13-21 Esta de la respuesta de Jesús a uno que le dijo: di a mi hermano que reparta conmigo la herencia. La respuesta de Jesús es la que correspondía a esa actitud. ¿Quien me ha puesto como juez o repartidor? efectivamente, él vino para algo mucha más importante que repartir herencias. Mirad y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. Entonces presenta esta parábola que tiene una gran enseñanza, "La heredad de un hombre rico había producido mucho.Y él pensaba dentro de si, diciendo: ¿Que haré, porque no tengo donde guardar mis frutos? Y dijo: esto haré: Derribaré mis graneros y los edificaré mayores y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: muchos bienes tienes guardados para muchos años; reposa, bebe y regocíjate. El alma no se alimenta de cosas materiales, sino de la palabra de Dios

Aquí viene la gran sorpresa para este hombre rico, él pensaba que viviría para siempre y o por muchos años, pero como nadie sabe el límite que Dios nos ha dado, para vivir, hay algo muchos más importante que hacer, que acumular riquezas. Así piensa mucha gente, poniendo toda su seguridad en los bienes materiales, los cuales son inciertos y no duran para siempre, pero lo más serio aun es que la vida puede terminar en cualquier momento y será demasiado tarde para asegurarse de las verdaderas riquezas en Dios. Cuando vino la palabra de Dios, el rico no respondió nada, porque seguramente, se asustó, de algo que él no esperaba, que moriría en cualquier momento. "Esta noche vienen a pedirte tu alma y lo que has provisto, ¿ de quien será ? que pregunta y que no se puede responder, y dejar de estremecer a la persona. 

Y concluye con estas sabias palabras del Maestro: Así es el que hace para si tesoros, y no es rico en Dios. Hay riquezas que no se las valora, por desconocer su importancia y una de estas es, y la más de importante de todas, las riquezas en Dios, comienzan cuando tenemos un encuentro con Él, y pasamos ha ser sus hijos y por consiguientes su herederos, de la verdaderas riqueza que disfrutaremos aquí y para siempre en el cielo. El ser humano se guía por lo que se ve, pero el apóstol Pablo dice:"Porque las cosas que se ven son temporales, mas las que no se ven, son eternas" Estas solo se ven y se aprovechan por la fe. Porque la "fe es la certeza de las cosas que se esperan, la convicción de lo que no se ve" Este pasaje de Hebreos 11 continúa mostrando cual es el resultado de la fe, lo que los fieles lograron alcanzar. Si somos sabios haremos riquezas en el cielo, como lo dijo Jesús, "porque allí
no hay ladrones que hurten, ni polilla que las eche a perder.

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