Lucas 14:7-14 Observando como escogían los primeros asientos a la mesa. El Señor observa nuestra conducta y comportamiento y ve nuestro orgullo, pero también la humildad, que no queda sin recompensa. Esta gente procuraba los primeros asientos. Esto lo hemos visto inclusive en algunas iglesias, es mas, en algunos lugares los asientos están numerados y algunos con los nombres de los más "importantes" miembros; hoy esas iglesia se quedaron sin gente, porque el que se enaltece será humillado. Pero muchas veces diría que en algunas iglesias, la gente se ha tomado muy en serio el sentarse en el último asiento, para mostrar la "humildad", mejor dicho, para no comprometerse y no participar; pero con esta actitud se pierde lo mejor y se perjudica a la reunión. ¿ por que digo esto? porque cuando ocupamos los últimos asientos, le estamos quitando a la reunión, ese espíritu de sentirse juntos y en armonía. Está comprobado que cuanto más concentrada está la gente, se siente la mayor bendición.
Es entonces cuando Jesús usa una parábola para esclarecer el tema. Cuando fueres convidado no busques el primer lugar, para que cuando llegue el que te invitó, te pida que pases más adelante y entonces tendrás gloria delante de los demás. Por el contrario, te puede decir: siéntate más atrás y da lugar a este. Lo que quiero recalcar es que el Señor está observando, cada movimiento nuestro y muchas veces hacemos las cosas sin tener en cuenta esa realidad, de que él nos está obserbando.. Yo recuerdo cuando estudiaba en el IBBA, estábamos en círculo una a reunión y el profesor nos estaba hablando, pero yo en un descuido le dije algo al que estaba a mi lado y no me di cuenta que el profesor me estaba observando, solamente me miró y yo sentí mucha verguenza. Tengamos cuidado con lo que hacemos, porque el Señor nos está observando. Recalco esto de observando, porque no es lo mismo que viendo. El que observa mira más detenidamente y ve los detalles.
Dijo también al que había convidado, cuando hagas banquete no llames a tus amigos y parientes, que te pueden retribuir esa atención, sino llama a los pobres y los que no pueden, pues ellos no podrán retribuirte y tendrás gozo y te será recompensado en el reino de Dios. Cuando uno lee pasajes como estos, se pregunta, ¿seré capaz de hacer esto, de hacer una fiesta para los pobres? creo si, soy capaz de hacerlo, Dios me recompensara con mucha satisfacción y gozo por ahora y será más que un bendición, pero además el Señor no me dejará sin recompensa en el cielo. Pareciera que muchas veces Dios nos pide cosas imposible, pero pensándolo bien no es imposible, se puede hacer, y al alcance de lo que yo pueda hacer, será en proporción lo que tenga o dispongan, Dios no me pide más.
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