Lucas 19: 11-27 En esta parábola vemos bien claro que lo que Dios nos ha dado debemos hacerlo producir y no guardarlo. Eran diez los siervos que recibieron una mina cada una, y solo dos de ellos las hicieron producir y los demás, creo que por negligencia, pasaron ha ser como el que la escondió. Estoy maravillado y mucho más lo estará el Señor, que una persona reciba algo y lo deje a un lado, en una forma desinteresada, y negligente. Esto me hace pensar en las personas que han recibidos favores y tierras y las tienen solo para juntar yuyos. Esto es muy lamentable, pero mucho más tratándose de los bienes que Dios nos ha dado, para que los cultivemos. Jesús dijo en otro lugar: Si el grano de trigo no cae en tierra y muere solo queda, más si muere mucho fruto lleva. El se refería a él mismo quien como grano de trigo murió y dio frutos a treinta, a sesenta, y ciento por uno. Sin lugar a dudas todos hemos recibido un talento, que nos fue dado con un propósito definido, para lograr nuestra participación en el reino de Dios.
Dice también que cada uno lo que ha recibido, es conforme a su capacidad y se es así, nadie debe pretender y a ir más allá de lo que le da su capacidad. Confieso que yo soy uno de esos que soñó cosas grandes pero no era suficiente mi capacidad para lograrlo. El Señor que conoce los corazones está diciendo una gran verdad, así que los que pregonan sobre las cosas grandes, no deben olvidar que no todos lo lograrán Mateo 25: 15 A uno dio cinco talentos a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad. El tener un solo talento no nos exime de la responsabilidad de hacerlo producir y no enterrarlo.
Muchos dicen yo nada puedo hacer, no soy capaz, pero no olvide que el Señor también dijo: " Sobre poco ha sido fiel, sobre mucho te pondré" Serle fiel con mucho o con poco, no perderá su recompensa. Por mucho tiempo no me interesado recibir o no la recompensa, me ha bastado con la gloria venidera que nos espera, salvados por la eternidad. Pero hoy no pienso igual. Porque para Dios debe ser un gran contentamiento ejercer su justicia, como en todas las cosas, y dar a cada uno lo que merece. En este sentido mi mayor alegría será ver la recompensa que recibirán aquellos que yo conozco como fieles y sacrificados por el Señor y su reino.
Hoy gozamos de muchos medios para realizar la tarea, así que tenemos menos excusa si no lo hacemos, no solo disfrutamos de los medios tecnológicos, sino también los medios de trasporte para viajar y llevar lo que necesitamos. En nuestro tiempo todo lo hacíamos a pulmón, no teníamos nada de estas ventajas de que se disponen hoy. Caminábamos muchas distancias, o a caballo, en carro o como fuera haciendo dedo, para llevar el mensaje a otros lugares y ni aún con suficiente dinero. Si algún consejo puedo dar hoy. No gaste su tiempo en vanidades que para nada aprovechan, úselo en el servicio de extender el reino de Dios y no perderá su recompensa, aquí con el gozo que nos proporciona hacerlo, y por la bendición de ser un buen ejemplo para que otros se animen, y por toda la gloria que vendrá después. Y los que han ganado algo, tendrán participación en su reino venidero y por la eternidad.
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