lunes, 26 de enero de 2015

PERO CUANDO VINO EL CUMPLIMIENTO DEL TIEMPO, DIOS ENVIÓ A SU HIJO

Jesucristo vino al mundo dentro de un tiempo preestablecido por Dios, ese tiempo en que Jesús vendría al mundo era completamente ignorado por los pueblos paganos, y solo Israel estaba en condiciones de saberlo, aunque fuera aproximadamente, por medio de las profecías, como (Daniel 9:24-26) y otros pasajes de este mismo libro. El apóstol Pablo dice que Dios pasó por alto los tiempos de esta ignorancia, pero que ahora manda a todos los hombres en todo lugar, se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el juzgará al mundo con justicia, por aquel varón designó dando fe a todos, con haberle levantado de los muertos. (Hechos 17: 30,31) 
Les ha prefijado el orden de los tiempos y los límite de su habitación. Es decir Dios tienen un día para que nazcamos como nació Cristo y también un día para salir de este mundo. Pero nadie por lo tanto puede establecer el día de su nacimiento y el día de su muerte. Puesto que es solo Dios sabe los tiempos de cada cosa, debemos escudriñar las Escritura, pera saber por lo menos los tiempos aproximados. Pero también ha establecido un tiempo para el regreso de Cristo, pero el día y la hora nadie lo sabe, ni aún el Hijo dijo él, esto nos lleva a mirar atentamente las profecías, como lo hizo (Daniel 9: 1,2) 

El primer paso entonces que debe dar el hombre es arrepentirse, y buscar Dios, por que ese día del juicio que va llegar, vendrá inexorablemente y para muchos será demasiado tarde y como nadie sabe el día ni la hora de su muerte, debe prepararse ya, tampoco sabemos el día y la hora del regreso de Cristo por su iglesia, no dejemos pasar el tiempo que él nos ha dado, paras que le busquemos aunque sea palpando, pero como dice el mismo pasaje Dios no está lejos de cada uno de nosotros, porque en él vivimos, nos movemos y somos ( Hechos 17: 27) Una vez redimidos por su sangre, somos adoptados hijos suyos, y como hijos hemos recibido el Espíritu de su Hijo, el de la promesa, el cual clama Padre, Padre, y como hijos somos también herederos de Dios por medio de Cristo.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario