CONTINUAMOS CON EL CAPÍTULO 1 DE ROMANOS

Dice en los versículos 26-32, por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural, por el que es contra naturaleza ( el uso contra naturaleza se refiere a que las cosas se hacen de maneras vergonzosa e inmundas ) de igual manera también los hombres dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, recibiendo en si mismos la retribución debida a su extravío. ( un ejemplo de esa retribución o castigo es el sida, una enfermedad que no tiene cura, sino solo por la intervención de Dios en lo físico,cuando el hombre se arrepentido y vuelto a Dios, de esto hay muchos testimonios) Y como ellos no tuvieron en cuenta a Dios, él los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestado de toda injusticia fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaño y malignidades, murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos,inventores de males, desobediente a los padres, necios,desleales,implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el  juicio de Dios, que los que practican tales cosas, son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que se complacen con los que las practican. 

Este es un cuadro muy vivo de lo que hoy sucede en el mundo, lo cual quiere decir el pecado es una enfermedad que viene siglos anteriores y hasta nuestros días. Por un tiempo con la venida Cristo por conversión a él de miles, por un tiempo las cosas cambiaron, hasta la caída del Imperio, Romano y la venida de la Edad Media, (llamado tiempo del oscurantismo, o milenio del diablo como lo llaman algunos, porque el cristianismo bíblico había decaído. Pero después de la Reforma del siglo XVI, surgió un despertar y un regreso al cristianismo bíblico, esos grandes cambios se notaron enseguida en algunos países, pero hoy todo el mundo ha dado las espaldas a Dios y estamos viviendo sin control, las muertes, crímenes la insolvencia de la justicia como ocurre nuestro país, todo lo que Pablo dice en el siglo uno hoy está aun peor porque muchos confiesan a Dios pero con sus hechos lo niegan, esa hipocresía era la Jesús detestaba.