domingo, 15 de marzo de 2015

LA LUCHA CONTRA LA INCREDULIDAD

La incredulidad es algo que crece día día dentro del cristianismo evangélico y a nosotros nos parece que esto no puede ser así, pero lo es. Cuando compartimos hechos sobrenaturales de lo que hace Dios, en respuesta a la oración de fe, algunos buscan muchas explicaciones para desacreditar ese testimonio. No lo hacen por maldad, sino porque no les alcanza la fe, por la falta de ejercicio. La fe es una disciplina, la cual tiene que ejercitarse, como todas las cosa que quisiéramos que crezcan, así pasa cuando aprendemos un oficio, si no lo practicamos, poco a poco lo iremos perdiendo. Dios nos ha dado fe suficiente para ser salvos y este es un don de Dios, es un privilegio y una bendicion en que Dios nos haya dado esto para que podamos ser salvos. Pero no debemos quedar ahí, es necesario avanza alcanzando nuevos logros. Yo le pido que ponga a prueba estas tres cosas que le darán crecimiento: la diaria lectura y meditación en la Biblia, pidiendo que Dios le hable, cuando Dios lo haga, porque lo va hacer, si lo pide creyendo; ore buscando el rostro de Dios y luego testifique de lo que Dios ha hecho, en respuesta a la oración, y su fe crecerá Día a día en vez de menguar.

El día de ayer tuve una de esas experiencias, tan notables que no puedo dejar de compartirla, con mis amigos del face. Hace aproximadamente un mes, había perdido mi anillo, mi alianza, cuando se lo conté a Liliana nuestra hija mayor, se lamentó y me dijo eso vale mucho, que pena. Entonces ella y mi esposa fueron nuevamente a revisar el baño y no lo encontraron. Como yo al mediodía, había testificado en un programa de radio, de que aun por las cosas más pequeñas, debemos orar cuando las perdemos y entonces yo que estaba en el dormitorio, buscándolo también, oré una corta oración y le dije al Señor, concédeme encontrar hoy mi anillo, pocos minutos después Yolanda mi esposa entró al baño y cuando miró la rejilla de la bañera, allí estaba el anillo. Yo había revisado un montón de veces ese lugar y no lo había podido encontrar, ahora una simple oración de fe hizo por la mano de Dios, que el anillo apareciera. Nos quedamos asombrados, y entonces me acordé lo que dijo un pastor en una reunión de comisión que tuvimos, él dijo: ya hemos perdido la capacidad de asombro, que cuando Dios hace cosas tan extraordinarias, nos parecen inverosímiles.  

Dios es tan grande, maravilloso, fiel a su palabra, que aun los cosas más pequeñas, el las puede resolver. Hace mucho tiempo he aprendido que cuando el asunto es humanamente imposible, Dios ha tenido las respuesta. Esto lo he visto en milagros como orar por una persona con una enfermedad irreversible, terminal, Dios la a sanado al instante, por haber orado con fe, he visto abrir los ojos de personas ciegas al instante, he visto la liberación de una persona y quedar libra en el momento. Podría seguir contando infinidad de casos donde he visto la mano de Dios, de una manera tan extraordinaria, que cuando uno lo cuenta, a mucho les cuesta creer. Espero que a usted, no le pase como a Tomás, si no lo veo no creo. Créalo porque estas cosas las cuento no por presunción, sino con esperanza, de a alguien le sirva para poner en practica estas verdades.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario