La esperanza no averguenza; porque el amor que Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. Allí esta el secreto de que un hermano no se averguence, de estar esperando en las promesas de Dios. El amor en el corazón, supera todas esa espectativas, de modo que no hay porque avergonzarse. Pedro decía cuando aparecerían burladores, diciendo: ¿ Dónde está la promesa de su advenimiento? 2 Pedro 3:4 leer el resto de este capítulo. En la primera carta 4:16, él había dicho: Si alguno padece como cristiano no se averguence, sino glorifique a Dios por ello. El amor también está relacionado con la osadía de un cristiano para testificar de Cristo: dice Juan que en amor, no hay temor, porque el temor lleva en sí, el temor de ser avergonzado. Dice que tiene conciencia de culpa, en lugar de estar seguro, tiene dudas y temor, porque es conciente de haber hecho cosas que no agradan a Dios; entonces, el temor debe ser a Dios, para tener la seguridad de su ayuda en todas las circuntancías de la vida.
Comienza este capítulo 5 de Romanos diciendo, que hemos sidos reconciliado con Dios por la fe en nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Pero también nos gloriamos en las tribulaciones. Uno diría: ¿como podemos gloriarnos en las tribulaciones? sin embargo, esas pruebas no enseña la paciencia, en la esperanza. Porque Cristo aun cuando eramos débiles, a su tiempo murió por nosotros los impíos. Si esto ocurrió, la muerte de Cristo por nosotros, ¿como no nos dará con él, todas las cosas? Porque si siendo enemigos de Dios, fuimos reconciliado por la muerte de su Hijo, mucho más estando reconciliados seremos salvos por su vida.
¿Que, pues, diremos a esto? si Dios es por nosotros, quien estará en contra de nosotros. El que no escatimó ni a su propio Hijos, antes lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas, ¿ quien acusará a los escogidos de Dios? si Dios es el que justifica. Y si Dios es el que nos ha justificado, ¿que acusación puede haber contra nosotros? A partir de este versículo 33 de del capítulo 8 de Romanos, hasta el final, no muestra como es la vida victoriosa, si usted quiere saber como es, siga leyendo los versículos que siguen hasta el final. Cuando tomamos conciencia del alcance que tiene toda esta bendición, la salvación, la justificación, la reconciliación. puede estar tranquilo que tendrá la victoria en todas las áreas de su vida, léalas y aplíquelas a su vida.
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