domingo, 6 de septiembre de 2015

RIOS DE AGUA VIVA

RÍOS DE AGUA VIVA

Estos días estoy leyendo el evangelio de Juan, y me he detenido a pensar en el contenido de estos versículos, 7:37-39, y me interesa destacar dos temas en este lugar; la invitación de Jesús, y la promesa sobre la salvación y la obras del Espíritu Santo en el convertido. En primer lugar, somos invitados a ir a él, y debemos dar gracias a Dios que así sea, porque nosotros, nos morimos de sed espiritual, pero no vamos a la verdadera, fuente que es él. Buscamos satisfacer esa sed en muchas otras fuentes, y no logramos satisfacer la sed, Jeremias 2:13, todas esas fuentes donde el mundo quiere apagar esa sed inexplicable, son cisternas rotas que no retienen el agua. Por eso las cosas que en el mundo, se busca satisfacer, son pasajeras y pronto vuelven a reclamar, atención. Una señora me decía que cuando todavía no conocía a Cristo, no entendía lo que le pasaba; tomaba una fruta, y no era eso lo que quería, tomaba alguna bebida y descubría que eso tampoco era lo que deseaba, sentía un vacío en el alma inexplicable. Cuando entregó su vida al Señor, estaba tan satisfecha que lo demás no tenía importancia para ella, muchas cosas que le reclamaba a su esposo, decidió decir a su esposo que ahora no le interesaban; una casa que él quería construir para su madre en Capital, no podía porque ella quería una para ella primero. Pero cuando le dijo al esposo que ninguna de esas cosas ya le interesaban y se que daría donde vivía, un pueblito del interior, porque aquí encontré a Cristo y aquí me quiero quedar. El marido quedó impactado que a los pocos días, él también entregó su vida a Cristo.

La segunda cosa que quiero destacar es, que cuando uno cree en Cristo, él dice: que los que creen él, ríos de agua viva corren por su interior; y agrega, el escritor del evangelio, que eso dijo del Espíritu Santo que habrían de recibir, todos los que creen en él. Entonces cuando uno recibe a Cristo, recibe al Espíritu Santo, y ese río com ienza a correr. Ahora yo pregunto: ¿Tu has sentido ese río que corre por tu interior, o no has sentido nada? Algunos dicen, que aunque uno no sienta nada, debe creer lo dice la palabra de Dios. ¿Pero puede ser que una persona no sentir nada cuando Dios ha irrumpido su vida? Lo más probable es que no hayas recibido nada; yo creo que lo que dijo el Señor, es así, "de su interior correrán ríos de agua viva". Cuando yo recibí a Cristo, tuve un gran cambió, pero recién tres tres después, cuando sinceramente me arrepentí de mis pecados, por una profunda convicción de culpa que trajo a mi vida el Espíritu Santo, que estaba en mí, Él llenó mi vida y ese río comenzó a correr, por mi interior. A tal punto que ya no sabía como alabarle más y más, y dar testimonio a todo el mundo de lo que él había hecho en mí. ¡Cuanto me gustaría saber, si tu has experimentado ese río en tu vida! que Dios te bendiga y comiences sentir ese río que corre por tu interior y que no lo puedas callar.
































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